Como muchas civilizaciones de Mesoamérica, la religión Zapoteca dejó vestigios importantes, como los centros religiosos de Monte Albán y Mitla.
Los zapotecas tenían la creencia que sus gobernantes descendían de los dioses, por ello se hacían llamar gente del cielo.
Así, bajo un régimen teocrático, fueron politeístas, y con un convencimiento que su destino estaba enlazado a un animal.
Razón por la que tenían como costumbre colocar cenizas alrededor de las viviendas de los recién nacidos, a manera de que se marcara la huella del animal que representaría al pequeño en su vida.
Otro de los aspectos de la religión Zapoteca, fue la celebración de ritos, donde los sacerdotes ejecutaban sacrificios humanos.
Los dioses de la religión Zapoteca.
La religión Zapoteca contaba con una diversidad de deidades relacionadas con fenómenos naturales, animales y la vida cotidiana, algunas son:
- Xipe Totec, era el principal dios, representado por una divinidad trinitaria: Totec, la deidad superior que los regía, Xipe, el dios creador y Tlatlauhaqui, personificaba el sol.
- Pitao Cozobi, era la deidad de la agricultura y la cosecha del maíz.
- Pitao Cocijo, conocido también como Trece Flory considerado dios de la lluvia, de los truenos o la fertilidad.
Las tradiciones de la religión Zapoteca.
A pesar de la evangelización de la conquista, la religión Zapoteca dejó un legado de tradiciones que se mantienen actualmente:
Las actividades de las velas.
Se refiere a una fiesta de carácter religioso, que se realiza anualmente para rendir culto a varios santos.
El día de los muertos.
Es una de las celebraciones más destacada, puesto que aparece en el ciclo anual del calendario zapoteca.
Conservando la tradición de sus ancestros de adorar a los muertos, los actuales zapotecas realizan ritos para comunicarse con el más allá.
La danza de la pluma.
Se trata de una danza zapoteca donde se refleja el conocimiento del universo, es decir, los movimientos de ocho planetas alrededor del sol.